Situaciones comunes si las hay: perder la motivación en psicoterapia.
Si bien a veces puede tener que ver con el vínculo que establecimos con el terapeuta, otras tienen que ver con tus expectativas.
Porque muchos serán los momentos en los que quieras claudicar, tenlo claro desde el momento uno.
Cuestiones a tener presente:
- ¿Qué fue lo que te motivó a asistir a terapia? ¿Se solucionó?
- ¿Cómo es el vínculo con tu terapeuta?
- ¿Sientes confianza en el/ella y en su metodología de trabajo?
- ¿Es para ti un lugar seguro?
- ¿Has visto algún cambio por pequeño que sea?
¿Qué cosas pueden suceder?
A veces estás tan enfocado en tus conflictos, que se dificulta ver las pequeñas cosas que vas logrando.
No te enfoques en lo que queda por lograr, ve los pequeños pasos que das.
El enfocarse en las grandes metas, es uno de los factores que puede hacerte renunciar, no solo al tu espacio personal, sino en la vida en general, tenlo presente.
Es bien común querer abandonar el proceso, cuando estás llegando a un lugar que no es muy confortable.
Te sugiero que puedas generar la experiencia de atravesar esa incomodidad. Es necesario para sentirte mejor, que pases por ella desde un lugar seguro.
Ya has tenido que pasar por incomodidades en soledad, te toca atravesar ese camino en compañía de alguien que te puede sostener, aprovéchalo para este nuevo aprendizaje que va a llevarte a la sanación.
También es cierto que hay momentos en que sientes que no tienes la energía necesaria para atravesar un proceso terapeútico.
Puedes tomarte un tiempo (si así lo considera tu terapeuta) y retomar el proceso más adelante, con el mismo u otro profesional.
Háblalo con tu terapeuta. Sabrá indicarte el mejor camino, si una derivación (porque considera que necesitas el tratamiento) o hacerle caso a tu sentimiento.
No esperes soluciones mágicas. Muchos hemos consultado cuando ya no podíamos más, completamente disregulados.
Regularnos lleva tiempo, trabajo y paciencia.
Esto es lo primero que tienes que tener presente. Aprende a consultar antes de sentir que tocas fondo.
De todos modos…
Si sientes que has resuelto tu motivo de consulta y te sientes mejor convérsalo con tu terapeuta y quizá allí si es el momento de probar cómo te sientes sin ese acompañamiento.
Ten presente además que se sugiere que el fin del tratamiento sea gradual, de modo de ir viendo cómo te sientes sin el espacio.
Siempre tendrás tiempo de volver si ambos se han sentido cómodos trabajando juntos.
Finalmente, la desmotivación es parte del proceso personal de sanación.