En personas que han pasado por situaciones traumáticas sin procesar, es bien común observar dificultades en validar lo que sienten. Si este es tu caso, te sugiero ir despacio, para aprender a validarte.
¿Qué sería no validar lo que siento?
Validar el sentir es darle importancia a las emociones, sensaciones, pensamientos, deseos, necesidades etc, que tiene y transmite una persona o uno mismo.
Cuando esto no se da, estas invalidando (no tomando en cuenta) al otro o a ti mismo.
Frases comunes son: “Capaz estoy exagerando”, “Me sentí incómoda y no sé por qué”, “No debería sentirme así”, etc.
El origen de esta dificultad puede tener que ver con la imposibilidad de nuestro entorno más temprano en escuchar, valorizar, creernos y actuar conforme a lo que te sentimos y necesitamos.
Muchas otras veces tiene que ver con sucesivos traumas no procesados, como situaciones abusivas.
O ambas. Ambas además, son situaciones traumáticas.
¿Que genera en tu vida?
Genera dudas con respecto a ti mismo. Dificultades en diferenciar lo que tiene que ver con los demás y qué contigo.
Incapacidad de poner límites adecuados. Dado que, pierdes el contacto con lo que necesitas, lo que genera que no lo puedas transmitir.
Cuando no transmites lo que necesitas y cuáles son tus límites, vas acumulando rabia, tristeza (a veces no tan consciente).
Esto termina atacando los vínculos con los demás (explotas) o contigo misma (te enfermas).
¿Por qué ir despacio para aprender a validarte?
Como primera medida, te sugiero no esperes la validación donde no la hubo.
Aprende tu misma a validar lo que sientes, y enséñales a los demás que está bien y qué no, en la relación contigo.
Para eso tienes que ir despacio. Observa atentamente qué sensaciones te genera el estar en tal o cual lugar, con tal o cual persona, tal o cual rol que tengas asignado.
No estoy hablando de situaciones de emergencia, donde es necesario otro ritmo de acción. Sino en las situaciones que atraviesas cotidianamente en la relación con los demás.
Establecer un diálogo con tu cuerpo es fundamental para aprender a validarte.
Un ejemplo claro puede ser el auto observarte en un lugar x. Llegas, observas, te fijas que sensaciones tienes (eso ya es validar), observas cómo impacta en ti las acciones de los demás.
Atenta a lo que necesitas y te lo das. Si sientes que hay algo que no está bien, lo dices.
El ir despacio y darse tiempo, tiene que ver con sentir qué es lo que necesitas y dártelo. Contactar con esta información no es instantáneo, lleva mucha presencia.
Conforme lo vayas repitiendo vas a sentir dentro de ti una fuerza que será tu propia validación.
Y no dejará de doler, el hecho de que personajes importantes, no validen nuestro sentir.
Pero el hecho de tu misma darte lo que necesitas, te dará una bella sensación de libertad.