El 21 de junio es el día internacional del yoga.
Quería contarte cual es mi experiencia personal con el yoga, más allá de los estudios científicos que la colocan como una de las herramientas antiestrés más importantes.
Beneficios del yoga en mi
- Centrarme en el aquí ahora: Es difícil, pero con la práctica del yoga conseguí estar más atenta a mi mente y a mis pensamientos. A todo lo que eso influía en mi bienestar y malestar corporal. Y tener claro eso, ya es una forma de mejorar.
- Sentir el cuerpo: sentir los pies cuando camino, sentir que respiro. Salir del “piloto automático” y tener más conciencia de lo que le hace bien y mal a mi cuerpo.
- Reconocer que debo poner un límite: cuando algo me duele, sea en el cuerpo o en el alma. A escuchar “las vísceras”. Nuestro cuerpo lleva un registro heredado de nuestros antepasados (y de nuestra historia) y se hace sentir cuando algo anda mal.
- Descubrí que como puedo “ponerme nerviosa” puedo también calmarme. Nuestro cuerpo tiene todo lo que necesitamos para estar bien.
- En el hábito está el cambio: que me hago más flexible si día a día trato de flexibilizarme. Aunque sea mínimamente.
- Que lo de afuera es cáscara (belleza, posesiones, dinero) y que puedo tener todo lo que deseo si estoy bien dentro, conmigo misma y en paz.
- Sentir paz es invaluable: Más allá de todos los problemas que tenemos que pasar en nuestra vida cotidiana si nuestros actos son coherentes con nuestros sentimientos vamos a estar bien.
- El yoga regula el Sistema Nervioso autónomo, implicado directamente en el estrés.
- Entre los seres humanos tenemos más cosas que nos unen. Empecé a incluir en mi vida personas que busquen la paz, que no juzguen y vayan en mi misma dirección.
Quise compartir con ustedes mi experiencia personal con el yoga, que no es perfecta pero quizá pueda ayudarlos a encontrar lo que buscan.