En el día de hoy te voy a hablar un poco de depresión para que puedas entender qué es estar deprimido.
Existen diferentes tipos de depresión. Nos vamos a centrar en los síntomas más característicos de modo de ayudarte a identificarla fácilmente.
Estar triste no es lo mismo que estar deprimido.
La tristeza es una emoción normal en los seres humanos frente a situaciones que no nos gustan. Es un mecanismo adaptativo.
Tú puedes estar triste por situaciones concretas: duelos, discusiones, alejamiento, dificultades laborales, mudanzas. Allí identificas la causa y puedes buscar alternativas para solucionarlo. Cuando estás cursando una depresión, la tristeza o la ira se hacen habituales y tiñen toda tu vida con un sentimiento de desesperanza que inhibe la posibilidad de ver soluciones.
Vayas donde vayas, estés con quien estés no hay capacidad de disfrute, ves todo negro.
Si esta situación se sostiene es importante que consultes.
Ten presente que no todos somos iguales y podemos expresar diferentes síntomas. Algunos de ellos pueden ser:
- Falta de apetito.
- Dificultades para conciliar o mantener el sueño.
- Dormir demasiado.
- Estreñimiento.
- Irritabilidad.
- Falta de deseo sexual.
- Dificultades en la concentración y falta de memoria.
- Incapacidad de sentir placer.
- Sentimiento de minusvalía y baja autoestima.
Puedes describir este padecimiento como falta de energía, pérdida de las ganas de vivir, falta de voluntad, alejamiento de las situaciones que te generan placer y un profundo sentimiento de desesperanza.
El llanto no calma (a diferencia de cuando estas triste) y hasta te puede costar llorar. Sueles vivir en el pasado la mayor parte del tiempo y sientes que no puedes proyectarte hacia un futuro.
Buscar ayuda es tu primera opción. Podrías hablarlo con alguien de tu confianza. No te aísles, te hará sentir peor. Si sientes que no puedes hablarlo con alguien, ten una consulta con un médico de confianza o un psicólogo.
Es probable (pero no seguro) que en un primer momento puedas necesitar de la ayuda de medicación dado que tus actividades (trabajo, cuidado de los hijos, estudio, etc.) deben continuar mientras solucionas las causas de raíz de tu estado. Y a su vez es bueno que puedas hacerlas, eso reforzará tu bienestar.
Se ha descubierto que la depresión instalada en nuestra vida por mucho tiempo sin tratarla adecuadamente genera enfermedades invalidantes y hasta la muerte: infartos de miocardio, ACV (accidente cerebro vascular) diabetes, enfermedades gastrointestinales, autoinmunes (tales como hipotiroidismo, lupus, para nombrar algunas).
Depresión y stress
Cuando estamos deprimidos en nuestro cuerpo suceden los mismos procesos que existen en una situación de stress crónico, se liberan las mismas sustancias.
El stress no es algo malo, es una conducta adaptativa a una situación de peligro. Tu cuerpo se puede preparar para correr si te persigue un animal.
Cuando el stress se cronifica y vivimos generando sustancias que “nos hacen correr y no las gastamos corriendo” (porque no hay razón por la cual correr) quedan en nuestro organismo generando un estado de alerta constante. Este estado baja nuestras defensas, lo cual nos hace más vulnerables a enfermedades.
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