Como resultado de la desconexión contigo misma, muchas veces tienes dificultad en reconocer qué es bueno para ti.
Primeramente, la desconexión se forja a partir de no reconocer tus emociones, producto del estrés crónico y del trauma.
La desconexión
En primer lugar, es vivir solamente en tu pensamiento. Dejando de lado el cuerpo.
Por lo tanto, vas perdiendo el contacto contigo misma con tu intuición, desmereciéndola.
Mientras tanto a nivel social, la racionalidad altamente valorada, va reforzando esa desconexión.
Debido al “todo ya” no percibes toda la información que te brindan tus sentidos a través del cuerpo.
Esta información es central para saber que es bueno para tí.
Como consecuencia, vas creyendo que eso que necesitas, está afuera de ti.
¿Cómo te das cuenta que hay una desconexión?
Empiezas a sentirte mal.
Te cambia el humor y no sabes muy bien por qué.
No toleras estar en calma. O te sientes sumamente cansada.
Cada vez más, necesitas los insumos de afuera. Ropa, dinero, vínculos no saludables.
Comienzas a ver la responsabilidad de lo que te sucede, afuera.
Porque ya casi no te reconoces.
Antinatural
Este, es el mundo en qué vivimos, antinatural.
Altamente competitivo, donde la idea de éxito en la vida está muy unido al elogio de lo racional. Dejando de lado el sentir.
Algo totalmente antinatural y dañino.
La presencia sostenida de altos niveles de ansiedad y depresión son la consecuencia directa, que, a su vez, intensifican la desconexión.
Pero aún creo que puedes ir por el camino del medio.
Frente a todo este panorama, ¿cómo vas a saber lo que necesitas si está reforzado el vivir fuera de tí?
Creerás que lo que necesitas está afuera: vínculos, consumo, etc.
Vuelve a ti. Entrena a tu cuerpo para que vuelva a darte las señales de cuidado que necesitas.
Practica la presencia, el aquí ahora, disciplinas que conecten la mente y el cuerpo.
Practica actividades que te hagan bien. Trabaja en tu espiritualidad, busca tu verdadero ser en el mundo.
Y esto se logra por el camino contrario por el que vas, frena un poco.
Conecta con la calma. Hazte la vida más fácil y cuestiónate si lo que para ti es el éxito, lo es para tu vida también.