Fortalecer las infancias, es (entre otras cosas) el llamado “maternaje” que a mí me gusta definirlo como el cuidado empático básico.
Empático, porque es necesario entender la vulnerabilidad para poder proteger y básico porque somos personas y la perfección no existe. Hacemos lo mejor posible.
Y dentro del cuidado empático básico es importante poder estar lo medianamente firmes. Esto es, regulados.
Para cuidar adecuadamente, tienes que cuidarte.
El cuidado de una infancia implica mucho más que alimentar, proteger y amar.
Además de tiempo, implica que tendrás que “prestarle” tu regulación emocional.
Para que, además de calmarse, pueda aprender a regularse.
Desde luego que hay cuestiones que se atraviesan y que hacen que no todo el tiempo puedas estar regulada y es parte de la vida.
Lo importante es poder reparar, darte cuenta, tratar de solucionarlo.
Y darte cuenta, también tiene que ver con estar lo medianamente firme.
Desde la firmeza, también podrás pedir ayuda, porque de eso se trata también.
Dime cómo estás y te diré qué pasa…
Además, hay que entender que los primeros años de vida, la infancia está muy unida a sus cuidadores, por lo cual, percibe entre otras cosas, estados de ánimo.
Entonces es bien común ver como si estas ansios@ , tu hij@también lo está, si estas alegre, etc.
Entonces la importancia de fortalecer las infancias también, es darte tú el cuidado empático básico primero.
Y más si sientes que el cuidado de tu niña interior tiene necesidades aún.
Trabajar con tus luces y tus sombras.
Tomarte el tiempo para regularte en general, pero en particular, cuando no puedes con alguna situación.
Cuidarte a ti, es lo primero.
Finalmente…
Es prácticamente imposible cuidar de alguien si no nos cuidamos primero a nosotros mismos.
Además, esta gran tarea puede generarte mucho más desgaste del habitual, si no tienes tiempo para tu autocuidado.
Es bueno tener presente que lo que genera dificultades en la crianza es la cronicidad de situaciones, no las situaciones puntuales.
Muchos cuidadores sienten culpa porque en algún momento les hablaron a sus hij@s con un tono inadecuado o se sintieron con poca paciencia. Somos humanos.
Siempre es bueno tratar de reparar, pedir disculpas y tratar de generar cambios.
También poder visualizar si sientes que te desregulas “más de la cuenta”.
¿Fortalecer la infancia Implica que no te vea llorar? No.
Implica que puedan ver que se llora, que se está mál, que el dolor es parte de la vida, pero que “el sufrimiento es opcional”.
Aprender a atravesar lo que duele, pero buscando la vuelta para estar mejor.
En definitiva, aprender a regular las emociones.
Y este aprendizaje, es parte del amor.