El objetivo principal del trabajo somático es habilitar la regulación del sistema nervioso.
Cuando sufrimos, cuando nos sentimos agotad@s, cuando aparecen síntomas, cuando enfermamos, entendemos que hay presencia de desregulación.
Para poder entender que es regulación y desregulación, tenemos que profundizar en la relación activación-relajación.
Activación relajación
En condiciones saludables, cuando estamos frente a un desafío nos activamos. Al superarlo, nos relajamos.
El Sistema nervioso simpático (que nos protege del peligro) es activador y el sistema nervioso parasimpático, es el que tiende a la calma.
En la vida cotidiana las personas pasamos de un estado a otro.
Y que nos sintamos en eje, equilibrad@s depende de que este pasaje, se dé de manera saludable.
Cuando ese “pasaje” no se da de manera adecuada podemos sentirnos hiperactivad@s o por el contrario hipoactivad@s (como apagados).
También puede suceder que cueste más llegar a la relajación (llámese disfrute, bienestar, etc).
Esta dificultad se llama desregulación.
Y es consecuencia del estrés crónico o trauma sin procesar.
La tensión es alojada en el cuerpo. Allí es donde se sienten los síntomas.
Y allí es donde se trabaja.
Tensión acumulada en el cuerpo
Esta dificultad en manejar el pasaje de la activación a la calma (desregulación) va generando infinidad de síntomas a nivel físico, afectivos, relacionales etc.
La descarga de tensión propia de la regulación no se da de forma adecuada, lo que genera una acumulación de esta tensión en el cuerpo.
Esto último acentúa mas la desregulación.
Cuando hay hiperactivación el cuerpo interpreta que hay peligro de vida constante y eso lo va desgastando.
Construir herramientas para abordar el estrés crónico y el trauma
La forma de ampliar la capacidad de regulación es primero trabajar en las cosas que son herramientas para ti.
Pero estas herramientas, para que puedan fortalecer tu capacidad para regularte, deben tener una sensación sentida asociada en el cuerpo.
De esta forma el cuerpo va afianzando la fortaleza para poder trabajar con cargas pequeñas de tensión e ir descargándolas.
Descarga de tensión
La descarga de tensión se percibe como mayor espacio en tu cuerpo y alivio.
Esto además se corresponde con mayor fortaleza para atravesar el dolor (propio de la vida) sin que te derrumbe.
Esto mismo sucede a nivel terapéutico. Mayor descarga de tensión, mayor tolerancia para trabajar aspectos complejos. Mayor avance, mayor bienestar general.
Comienzas a aceptar lo que no puedes cambiar.
Y a darle importancia a las cosas que sí puedes.
Utilizas tu energía en ocuparte de cosas que te aportan y te hacen sentir bien.
Observándose, además, mejoras significativas en ti y en la forma de relacionarte contigo y con el mundo.
Por eso, el trabajo somático es un trabajo fisiológico con consecuencias psicológicas también.
Regulación
La regulación permite atravesar los diferentes desafíos de la vida con mayor entereza.
Con cada descarga de tensión la capacidad de regulación de tu sistema nervioso se fortalece.
Comienzas a salir del modo supervivencia y puedes ocuparte de vivir.
El dolor es imposible evitarlo, pero sí se puede evitar el sufrimiento.
Se pueden atravesar mejor las crisis, si tenemos un sistema que sostiene adecuadamente las tensiones.