Uno de los mayores deseos que tienes como persona es ser aceptada y poder mostrarte tal cual eres.
Muchas veces nos descubrimos sintiendo que para que el otro esté a mi lado necesito cambiar mi esencia. Es cierto que en las relaciones tenemos que ceder, negociar. Pero como todo en la vida, hay ciertos límites.
Ventajas de mostrarte tal cual eres
- Es saludable para ti y para el otro. Es un desgaste enorme tratar de complacer a todo el mundo. Además es un derecho para la otra persona saber con quién se vincula.
- Mayor acercamiento a los demás, algo necesario en todo vínculo sano.
- Posibilidad de que te entiendan.
- Aprender a comunicar tus sentimientos. La comunicación es un aprendizaje.
- Descubrir que el otro es diferente a ti. A veces creemos que todos “deberían” actuar como nosotros y esto es un error.
¿Cómo hacerlo?
- Evita acusar al otro de lo contrario, se cerrará.
- Dile que entiendes su actitud, eso ayuda a que te escuche.
- Habla desde lo que tu sientes sobre la actitud del otro, no desde su actitud.
- Pide de buenas formas lo que necesitas. El/ella no tiene por qué saberlo. Tu eres el responsable de que te conozcan.
- Describe las consecuencias negativas que puede tener su actitud para contigo, no como una amenaza.
- Nombra las ventajas que traería su cambio al vínculo.
Es cierto que podemos utilizar un estilo de comunicación asertivo y quizá el otro se puede ofender o ni siquiera escuchar. Allí la decisión es tuya. De todas formas, con este tipo de comunicación tienes más posibilidades de tener éxito. Cuando nos acercamos al otro con nuestro “dedo acusatorio” no hacemos más que generar un escudo en él, cuya consecuencia inmediata es perder nuestros fines comunicativos. El otro no te escuchará y nada cambiará.