Tomarte tiempo y espacio, diría que es casi como un obligado.
Decisiones cotidianas, decisiones importantes.
Es tu derecho, tomate tiempo.
No hablo de pensar.
Contactar con tu sentir frente a una situación es fundamental.
Por favor, siempre recuerda esto.
Hay situaciones que requieren actuar con urgencia.
Pero créeme que si no vives en un entorno en peligro (violencia de algún tipo, vulneración de derechos, desastre natural) no es lo más frecuente que tengas que actuar con urgencia.
Entonces utiliza el derecho que tienes y tómate tiempo para actuar.
Dale espacio a tu sentir.
¿Qué me pasa a mí con esta situación? ¿Qué es lo que realmente quiero?
Pero no desde el pensar, sino del contactar con las sensaciones que tu cuerpo presenta frente al suceso.
El cerebro construye automatismos.
Si estás en un proceso de cambio porque tu forma de actuar te ha traído sufrimiento, más que nunca, date tiempo y espacio.
Recuerda que tu cerebro es tu aliado y va a tratar de automatizar ciertos hábitos para que puedas funcionar en tu día a día.
Más allá que algo “te haga mal o bien”.
Por eso tu forma de actuar en la vida es algo que está automatizado y va a tender a repetirse, entonces tómate tiempo, para evitar automatismos.
Trata de no responder enseguida.
Hasta que tomarte tiempo, se vuelva un automatismo más.
Más saludable también.
Límites. Lo fundamental del tiempo.
Frente a la urgencia de otr@s (que no es tal) aprende a poner límites.
“Dejámelo pensar, déjame ver”. “Te respondo a la brevedad posible”.
Muchas veces l@s otr@s quieren marcar su tiempo, marcándote una urgencia.
Tu eres dueñ@ de tu tiempo, no permitas que esto suceda y pone límites.
No estoy hablando de intenciones de los demás, o sí.
En definitiva, ese es otro tema. Aprende a cuidarte y date tiempo.
El tiempo y la vulnerabilidad.
Cuando evalúas que una situación no es de urgencia y hay un otr@ que te apura a tomar una decisión (muchas veces eres tu mism@), te encuentras más vulnerable.
Al no contactar con tu sentir, puede suceder que te pegues a la situación, no puedas ver claramente (porque la urgencia te activa) y vuelvas a caer en automatismos que muchas veces pueden tener que ver con tus propios conflictos.
Una vez más, tómate tiempo. Sepárate de la situación y conecta contigo mism@.
Y una cosa más, redobla el tiempo si te encuentras en un lugar nuevo, en una situación nueva o con personas nuevas.
Esto último te coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.