Cuando hay estrés crónico y trauma sin procesar la sensación sentida es de no poder estar en nuestro cuerpo.
Por momentos sentimos que no nos reconocemos a nosotr@s mism@s y esta es una sensación desesperante.
Sentimos que el cuerpo duele demasiado, que no funciona o que está en contra nuestra.
Y en realidad es todo lo contrario.
Una forma de hablar
Hay tanta desconexión que el cuerpo grita para que vuelvas a él. Para que le des un poco de importancia.
Y a veces es tan poco lo que pide…como poder parar un instante, que no lo exijas tanto. Que le regales una taza de té.
Porque sí, muchas veces nos quemamos la boca de lo rápido que tomamos el café.
Y lo peor es que a veces hay tanta, pero tanta desconexión, que no sentimos ni siquiera que nos estamos quemando.
En el sentido más amplio del término.
Paso a paso
En estos casos hay que ir acostumbrando al cuerpo a la calma.
Si, parece mentira. Pero un cuerpo en alerta “olvidó” lo que es estar en calma.
Además de que la calma lo asusta. Porque si está en calma algo puede pasar y no se puede ni debe “bajar la guardia”.
Entonces, muy de a poquito tú también tienes que acostumbrarlo. Apenas unos minutos al día.
Te sorprenderás como empiezas muy de a poquito a recobrar la alegría. Porque el cuerpo está recibiendo lo que necesita.
Pero es importante, muy de a poco. De lo contrario puedes abandonar el camino hacia la reconexión, porque será muy difícil de tolerarlo.
Trabajo de hormiga
Y esto es algo que puedes hacer diariamente, mientras vas prestando atención a las sensaciones que percibes en ti mism@, cuando te tomas un té sin prisa, cuando te das un baño percibiendo la temperatura del agua.
Y así muy de apoco irás haciendo el camino a la reconexión, a volver a ti.
Y un paso más, es darte tiempo para conectar con lo que te hacía feliz cuando eras pequeñ@. Lo que te motivaba, con lo que soñabas.
Más allá de lo difícil que haya sido tu vida, si sobreviviste es porque seguramente tenías un sueño, por pequeño que fuera. Y eso te dio la fuerza para seguir.
Y ese sueño sí o sí, se acompaña de una sensación en tu cuerpo. Prueba conectar una vez más con él.
Y esa especie de llama, de apertura, de motivación que encuentres al conectar con él, puede que perdure poco y apenas puedas sentirlo.
Pero créeme que con el trabajo continuo en la conexión con este sentir, cada día irá creciendo dentro de ti y no va a haber vuelta atrás.
Nunca se fue, siempre estuvo ahí.
Esperando que solamente le prestes atención.
Empieza hoy
Esto último que te describí, es una forma muy efectiva para que de a poquito vuelvas a conectar contigo mism@.
Claro que necesita continuidad.
Con hacerlo una vez no vas a encontrar cambios duraderos.
Muchas veces hacemos muchas cosas que nos gustan sí, pero eso no implica que estemos conectando verdaderamente con el disfrute.
O que estemos presentes en ese momento.
Observa, como es para ti.