¿Alguna vez has sentido que es broma cuando reconocen algo bueno en ti?
Y si lo aceptas como real, has tenido el pensamiento: ” algún día se van a dar cuenta que no es tan así”.
Pura suerte
Sentir que las cosas que has logrado se deben a la suerte.
Que no tienen que ver con tu capacidad.
Y una sensación de que falta más y más.
Puede aparecer la necesidad de ser especial, de aprender de una manera inhumana y de rendir de la misma forma.
La falta de conexión con tus logros y tu sabiduría, hace que consumas cursos libros.
Ojo, está muy bien leer y actualizarse.
Pero no te impulsa la necesidad de crecer, sino la idea de no ser suficiente.
Miedo al error
Este miedo encierra una gran sensación de omnipotencia.
Estándares autoimpuestos y la idea de no estar a la altura de lo que se espera.
Además, no puedes reconocer el aprendizaje que hay detrás del error.
Si sucede que “algo sale mal” la sensación se torna intolerable para ti.
Alimentándo más y más tu inseguridad.
Si te va bien
Es habitual ver sentimientos de culpa por el éxito, dado que otras personas no lo tienen.
Luego de trabajar duro y conseguir tus objetivos, el disfrute aparece como pasajero…un suspiro.
Puedes volver a sentirte fuerte y luego vuelve la inseguridad.
Y otra vez comienza el ciclo.
En donde el consumo de capacitación es lo habitual.
Junto con una falta de disfrute con respecto a lo que estás logrando.
Experiencia habitual
Haber tenido en algún momento este sentimiento “impostor” es bastante habitual.
Sobre todo, en personas que han logrado un nivel alto de desarrollo profesional.
También es muy habitual ver este sentimiento en personas que han sido las primeras a nivel familiar en alcanzar ciertas metas académicas.
¿Qué provoca este sentimiento?
Este sentimiento suele aparecer ante la imposibilidad de resolver algo y puede tener diversos orígenes, algunos podrían ser:
- Expectativas familiares.
- Dificultades en la autoestima.
- Perfeccionismo: “debo saber todo”
- Necesidad de control.
- No reconocimiento de los pequeños avances (“detrás de la zanahoria”)
- Sobreprotección infantil.
Prevención
- Resaltar la importancia de recibir ayuda.
- Elogiar el esfuerzo en desmedro de los resultados.
- Comprender que tod@s tenemos puntos fuertes y otros no tan fuertes.
- Transmitir que la perfección no existe.
- Tiempo para jugar y disfrutar.
- Trabajar en nuestros propios conflictos, de modo de evitar lo más posible la inversión de roles en la infancia.
Salir de ese lugar
- Visualiza y escribe todas las cosas positivas que has logrado (pequeñas o grandes cosas).
- Visualiza y escribe tus habilidades
- Reúnete con colegas.
- Observa el camino que han tenido que trazar personas que se dediquen a lo mismo que tú. No para compararte, sino para sentirte acompañad@ y buscar estrategias.