“Entiendo que esto me está haciendo mal pero es peor el dolor de perderlo”
«Lo veo y me viene el alma al cuerpo, se va y el mundo se me viene encima»
«Tolero cualquier cosa menos que se vaya de mi lado»
¿Alguna vez has escuchado frases como estas?
Muchas veces a pesar que sabes que una relación no te hace bien, es muy difícil poder cortarla.
Aparece una fuerza compulsiva (irresistible) de estar con el otro y justificas toda actitud dañina en pos de la continuidad del vínculo.
Si te sientes identificado, es importante decir que esto no es amor, puede que se trate de una dependencia emocional.
Puedes pensar, ¿cómo alguien puede tolerar esto?
Te cuento que esto no tiene que ver con el entendimiento o la razón, habla de una necesidad de amor muy grande.
¿Qué es una dependencia emocional?
Como sabes, cuando estas enamorado pocas cosas te preocupan, estás en un estado permanente de felicidad, pareciera que volaras.
Este estado es provocado en el organismo por todas las sustancias que libera nuestro cerebro (endorfinas, dopamina, oxitocina etc.) cuando te acercas al ser amado. Este «coktail» es un poderoso anestésico del dolor. Y tú mismo lo habrás comprobado en alguna oportunidad.
Esta situación es esperable al comienzo de la relación y poco a poco va declinando, dejando el lugar a un amor menos pasional, más maduro. Proyectas tu vida con ese otro que elijes. Cae la idealización, dando paso a la certeza de que el otro no es perfecto.
En una dependencia emocional no se podría salir de ese estado, y la mirada realista con respecto al otro desaparece.
Puede destratarte, huir del compromiso, ignorarte pero siempre será justificado por ti, abonando la ilusión de que va a cambiar y todo va a ser como antes.
Al principio de las relaciones mostramos lo mejor de nosotros en aras de la conquista, es lo esperable. Por lo tanto, el otro no va a volver a ser algo que en realidad no es.
En general las personas con dependencia emocional han crecido con una carencia afectiva muy grande.
La necesidad urgente de amor hace que no les importe demasiado como sea el otro, sino que esté a su lado, las haga sentir elegidas y no las abandone.
¿Como puedo identificar un vínculo de estas características?
- La relación aparece como el centro de tu vida
- El vínculo está bajo la lupa. ¿qué estará haciendo, con quién estará hablando que no me contesta los mensajes?
- Justificas los actos injustificables: maltrato, indiferencia, etc.
- Frente a la posibilidad de terminar el vínculo aparece insomnio, perdida del apetito, miedos.
Es importante destacar que no hablamos aquí de dependencia económica. La dependencia emocional puede estar incluso sin que la persona dependa económicamente del otro.
¿Que puede haber detrás?
Las personas que pasan por estas situaciones son sobrevivientes. En su historia hay situaciones de profundo dolor, abandono, soledad o abuso.
Sus necesidades no fueron satisfechas e incluso se les enseñó que lo que ellas sentían no era correcto, que estaban equivocadas y desde allí aprendieron a no confiar en sí mismas.
Es común verlas la mayoría del tiempo ocupadas “para no pensar”. La pasión y la acción alivian transitoriamente dolores viejos, pero con costos muy altos.
Existe una creencia en ellas de que deben ganarse el amor, por lo que dan todo lo que pueden dar y reciben poco y con eso se conforman.
Casualmente se vinculan con personas egoístas, mezquinas, indiferentes, manipuladoras, volviendo a repetir quizá una vieja historia que no ha sanado aún.