Canciones de amor, mensajes culturales que dicen “Si extrañas y sufres es porque amas”.
La idea errónea de que el amor todo lo cambia y que hay que sacrificarse por amor ha generado el contexto ideal para creer y aceptar el sufrimiento.
¿Tu crees que cuanto más sufres más amas? Eso te hicieron creer, pero no es así.
Si quisieras llegar a una definición de amor podrías decir que amar es recorrer un camino con una persona a la que eliges, cuidas y tomas en cuenta en el sentido más amplio. Alguien con quien tienes un proyecto de vida.
El amor de pareja (que es el que nos convoca hoy) puede tener que ver con una relación de compromiso, amistad e intimidad. Nada más alejado de la idea romántica de que el amor toca tu puerta de forma mágica. Es una construcción de a dos. Es algo muy bueno para tu salud, te hace crecer y desarrollarte como persona.
¿Pero qué sucede cuando algo que parece ser tan beneficioso para tu salud se convierte en algo tan perjudicial?
Si es perjudicial, no es amor.
El amor empieza con la pasión o el estado de enamoramiento (que puede durar de seis meses a dos años) y gradualmente se va convirtiendo en algo más maduro, estable y tranquilo, donde predomina la confianza y el compañerismo.
A veces te involucras con personas que a pesar de saber que la relación con ellas puede destruirte, sientes que no puedes salir de ese vínculo.
Ahí nos encontramos frente a una relación tóxica. Hay una fuerza que “te empuja” a estar en esa misma situación, mientras justificas que tal destrato o abuso tiene que ver con que “está de mal humor” o que “ya se le pasará”, entre otras cosas. Y sí, todos podemos tener un mal día, pero eso no justifica el maltrato.
Algunas características que pueden hablar de una relación tóxica:
- La relación es el centro de tu vida. Todas tus decisiones y acciones pasan por ella.No hablamos del período de enamoramiento donde esto sería casi una regla.
- Idea de tener que controlar y ocultar tu verdadera esencia, tus deseos, necesidades, forma de ser, de lo contrario el otro se aburrirá y se irá. Esto tiene que ver con una desvalorización de tu propio ser, dado que tus necesidades no aparecen como importantes.
- Tendencia a estar pendiente de sus deseos, gustos o necesidades, dejando de lado los tuyos.
- Hiper tolerancia al dolor. Situaciones de destrato o abuso son negadas por tí. Te dices: “no es para tanto, estoy exagerando”.
- Exposición a situaciones de riesgo con el objetivo de mantener la relación.
- Frente a una posible ruptura aparecen síntomas tales como pérdida de apetito, ataques de pánico, trastornos del sueño o la sensación de “perderme con el otro”. No hablamos de los síntomas típicos de un duelo en donde la persona se repone frente a la pérdida aunque sea muy dolorosa.
- Ilusión de que en algún momento va a cambiar y todo va “a volver a ser como antes”. Esto muchas veces justifica el perdonar situaciones graves.
El amor se demuestra con acciones y no solamente con palabras.
El verdadero amor se elige. No es fruto de la necesidad de estar con alguien para no estar solo.