Enfermedad, sin duda un término muy fuerte. Lo sano, lo insano, lo normal, lo patológico. A nadie le gusta estar enfermo, de lo contrario algo sucede. En este artículo veremos la enfermedad como señal.
¿Cómo te paras frente a este estado, con qué mirada lo enfrentas¿ Como castigo que viene del afuera, como agresión o como oportunidad.
Me preguntarás: ¿Oportunidad de qué?
Oportunidad de escuchar las señales que tu cuerpo te envía de una posible enfermedad.
En síntesis es eso. Nuestro cuerpo nos envía señales y muchas veces no son escuchadas por nosotros. Señales que nos invitan a parar, y no lo hacemos.
Porque lo dejas pasar, porque no podes parar o porque crees que no es importante. Además de que socialmente es estimulado y valorado el soportar (desde lo religioso, desde lo laboral, etc.)
Hasta que llega un momento que es obligatorio hacerlo.
Se te hace necesario generar un diálogo con tu cuerpo, que permita llevar a cabo ciertos cambios para mejorar tu calidad de vida.
Tu cuerpo te avisa que de esta forma (alimentándote, durmiendo, relacionándote así) ya no es sano funcionar, porque es un riesgo para tu salud y por ende, para tu vida.
La idea no es tener una preocupación excesiva, sino una escucha activa de ti mismo.
Si bien lo genético pesa y no lo podemos negar, no resulta ser algo determinante.
Puede existir predisposición genética, pero los estilos de vida (alimentación, sueño, pensamientos, etc.) son factores de gran peso a la hora de contraer enfermedades, un ejemplo de ello son las enfermedades oncológicas (cáncer).
Si bien los tratamientos en ellas son mucho más esperanzadores que años atrás, ya no tiene tanto peso lo genético como los estilos de vida y el estrés crónico.
De aquí la importancia de fortalecer tu sistema inmune (defensa del organismo).
No puedes negar que las condiciones de vida de nuestro tiempo no son del todo saludables (multiempleo, poco tiempo para dormir, comer, disfrutar).
Se hace necesario compensar estas falencias con momentos de relax:
- Yoga.
- Ejercicio.
- Meditación.
- Disfrute.
Actividades antiestrés fortalecedoras del sistema inmune.
Frente a situaciones de estrés crónico se liberan sustancias como el cortisol que debilitan nuestro sistema de defensas.
Estas actividades y otras (cantar, bailar, hacer lo que te gusta, etc.) generan liberación de endorfinas (sustancias del placer) y su consiguiente aumento del nivel de serotonina, que amortigua nuestro organismo frente a sucesos estresantes y por ende nos hace más fuertes.
Y tú dirás: ¿Qué tiene que ver un artículo sobre la enfermedad y la importancia del sistema inmune? Mucho. Hoy en día la mayoría de los profesionales de la salud nos centramos en el fortalecimiento de este sistema y las causas que lo debilitan para generar un estado de bienestar mayor en las personas. Se habla de potenciar la salud y por ende del fortalecimiento del sistema.
¿Y tú qué estás haciendo para potenciar tu salud?