En alguna ocasión en la que estés nervioso, triste, preocupado puedes tener dificultades para dormir.
No es para preocuparte. Si esta situación se repite es necesario que consultes con un médico.
¿Qué pasa cuando duermes?
Cuando duermes, en tu cuerpo ocurren muchos procesos que ayudan a mantenerte saludable, entre ellos: secreción de la hormona de crecimiento, descanso de la musculatura y reparación del proceso metabólico, además del tan importante fortalecimiento de la respuesta de defensa de tu organismo.
Por eso es tan importante dormir, más allá del placer que pueda provocarte el hecho de descansar durante las noches.
¿Qué te pasa cuando no puedes dormir bien?
- Estás irritable, nervioso y muchas veces más sensible.
- Puedes estar confundido y te puede ser difícil la resolución de ciertas situaciones.
- Sientes que tienes poca energía.
- Estás poco atento, tienes dificultad para concentrarte y te tornas olvidadizo.
- Como consecuencia incrementas conductas de riesgo (ej: cruzar la calle sin mirar).
Si esta situación se da a lo largo del tiempo, aparecen riesgos de ciertas enfermedades.
El buen dormir fortalece el sistema de defensas del organismo. Lo contrario hace que predomine el cortisol, debilitándolo.
¿Qué riesgos corremos?
- Trastornos metabólicos (la diabetes, por ejemplo).
- Obesidad.
- Cáncer.
- Demencia.
- Enfermedad cardiovascular.
- Trastornos gastrointestinales.
- Problemas de memoria.
- Conducta adictiva.
¿Por qué a unas horas y a otras no?
El proceso sueño/vigilia está regulado por el de luz/oscuridad, tienes un reloj biológico.
Cuando llega el atardecer se va generando en tu organismo un cambio de sustancias, entre ellas el cortisol, el cual te permite estar activo durante el día para llevar a cabo todas tus tareas. En las primeras horas de la noche se da paso a la melatonina, hormona que te prepara para el descanso.
A determinadas horas de la noche suceden ciertos procesos (que solo a esa hora suceden) por lo que, no es lo mismo que dormir en la mañana.
Para preparar tu cuerpo para el descanso deberías evitar cualquier actividad que te ponga en alerta:
- Tomar mate.
- Tomar café.
- Tomar té.
- Tomar bebidas cola.
- Utilizar almohadas o colchones poco cómodos.
- Utilizar monitores (tablets, celulares, computadoras, etc.).
- Dormir con el televisor encendido.
- Llevar el celular a la cama.
Posibles tratamientos
En la actualidad, cuando aparecen trastornos del sueño, como primer medida se realiza la llamada “higiene del sueño”, la cual consiste en trabajar hábitos saludables que estimulen esta función.
Otra de las medidas puede ser el uso de melatonina, que al ser una hormona producida por tu organismo resulta ser inofensiva.
De todos modos, es importante que consultes a tu médico de confianza, él sabrá qué tratamiento es el mejor para tí.
¿Y tú cómo evalúas tu descanso?