En el camino del autoconocimiento vas generando fuerza y confianza para poder transmitir lo que sientes, lo que deseas y lo que no. ¿Cómo decir lo que siento?
Poder comunicarte tomando la responsabilidad de lo que dices, cuidando al otro y a ti mismo a veces no resulta fácil. “Decimos lo que nos viene a la boca” sin meditarlo demasiado y de formas muchas veces inadecuadas. Te cuento que esto es un aprendizaje y los aprendizajes se llevan a cabo durante toda la vida.
¿Cuáles son los beneficios de decir lo que siento?
En otro artículo expliqué la importancia de no guardar los sentimientos en pos del cuidado de tu salud. Poder transmitir lo que sientes de una forma adecuada tiene un efecto liberador, además de influir en tu autoestima. Un camino previo sin dudas es conocerte, sino ¿que es lo que puedes transmitir?
Luego de tener claro esto, respeta lo que sientes, tenlo presente como primordial en tu vida. Aquí muchas veces aparecen enojos contigo mismo y con los demás, dado que mientras terminas de desarrollar la capacidad de expresarte de manera adecuada una parte de tí insiste en que todos deben respetarte, si no lo hacen aparece la rabia. Compréndete, seguramente han sido muchos años en los que no pudiste decir nada, y justamente por eso ahora no se te escapa ni el más mínimo detalle. Pronto irás regulando qué cosas decir y a quienes, como también si vale la pena o no. Es bueno que tengas esto último presente, para que puedas hacer un cambio paulatino y no desesperarte, debes acostumbrar a los demás.
Cuando no decimos lo que sentimos pareciera que nos estuviésemos traicionando a nosotros mismos y esto se siente en el cuerpo: rabia, sensación de injusticia, etc.
Leí por allí que en la vida tenemos que tomar la decisión de que se enojen con nosotros o de estar enojados con nosotros mismos.
Nos callamos porque probablemente aprendimos que si dábamos nuestro punto de vista no nos iban a querer, o que lo que teníamos para decir no tenía valor.
Es sumamente importante que vayas haciendo el ejercicio. Nadie abandona a otro por su forma de pensar cuando se transmite con respeto y cuidado.
No hay nada más liberador que sentir que eres auténtico contigo mismo y con los demás. La posibilidad de transmitir tu punto de vista genera en tí seguridad e independencia.
Algunas premisas
- No debes complacer a todo el mundo: es algo imposible y desgastante.
- Es tu derecho a plantear lo que sientes, siempre y cuando respetes al otro. La opinión de ambos es importante.
- No trates de convencer al otro, no necesitas que te de la razón de tu accionar.
- No siempre tienes que dar explicaciones. A veces puede ser útil darlas pero no siempre.
- Acepta que el otro puede no estar de acuerdo contigo, pero no intentes persuadirlo.
- Pedir consejos no quiere decir aceptarlos.
- Puedes decir que no. Te harás un favor a tí mismo y serás sincero con el otro.
- Cuando le pides algo a alguien, ten presente que se puede negar, está en todo su derecho y no deberías enojarte por ello.
- Trasmitir tu disgusto con la otra persona también es un derecho.
¿Cómo plantear adecuadamente mis sentimientos?
- Describe el comportamiento o la situación concreta que quisieras cambiar, pero sin juzgar.
- Transmite cómo te hace sentir la situación.
- Pide un cambio concreto.
- Dile al otro qué consecuencias positivas habría para las partes si se lleva a cabo el cambio.
Me puedes decir: “cuando estoy enojado me olvido de las formalidades para transmitir”. Entonces te pido que hagas una pausa y cuando el enojo haya pasado, recién ahí intentes comunicarte con otr@.
Piensa que si te acercas desde el enojo, el reclamo o la acusación, ya se está cerrando la comunicación, dado que otr@, en vez de prestarte atención va a hacer todo lo posible para defenderse.
No te preocupes si hasta hoy no has sabido comunicarte correctamente. Si estás leyendo este artículo ya te estás dando la oportunidad de cambiar.