En el mismo sentido que transmite el artículo anterior, la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas y en los pequeños hábitos.
¿Cuáles son los hábitos que contribuyen a la felicidad? He aquí algunos.
Disfruta de tu baño
Sentir cómo tu cuerpo se refresca, se relaja y se higieniza por medio del baño es una de las sensaciones más disfrutables, aprovéchalo.
Te despierta en las mañanas, en situaciones de insomnio puede ser muy útil, dado que estimula a la melatonina, hormona implicada en los procesos de sueño.
Descubre qué te genera placer y hazlo
Sin dudas el solo hecho de reconocer qué te hace bien o qué disfrutas es un gran paso. No te pongas excusas que posterguen el placer.
Desvalorizar lo que te hace bien genera malestar y enojo. Convivir con estos sentimientos constantemente, generan enfermedades.
Reúnete con otras personas
El ser humano necesita del contacto con otros. Aprendiste a ser persona en sociedad, esto significa que creciste en familia, luego la escuela y otros lugares a los que perteneciste.
Todos necesitamos del contacto con los demás para sobrevivir.
El compartir, el intercambio con otros, el sentirte parte de un grupo ayuda a mejorar el autoestima, el estado de ánimo, la salud y por ende contribuye a la felicidad.
Es un gran amortiguador en situaciones de estrés.
Vive «aquí ahora»
Mientras realices alguna actividad, céntrate en ella. Experimenta tus sensaciones, vivencia tus sentimientos, compréndete y conócete.
Ponte como hábito el «ahora no» cuando aparezca en tus pensamientos algo que deberías hacer después.
Realiza técnicas anti-estrés
Entre ellas el yoga, la meditación, el tai-chi. Te ayudarán a relajarte, a bajar la ansiedad y a vivir en el momento presente, mejoran tu concentración, entre otros beneficios en el cuerpo y la mente.
Intenta pensar en positivo
Recuerda que a nuestro cerebro le cuesta diferenciar lo que pensamos y lo que realmente vivenciamos.
Un pensamiento negativo es tan dañino como el hecho de estar viviendo una situación desagradable. Incluso cuando pensamos que algo negativo va a suceder, tenemos las mismas sensaciones corporales que como si estuviera pasando realmente, por ejemplo aumento del ritmo cardíaco, opresión en el pecho, sudoración, etc.
Revierte la situación imaginándola positivamente y verás los resultados.
Fomenta tu espiritualidad
Creas en lo que creas, el hecho de pensar que hay algo más allá de nosotros ayuda a que sintamos que poniendo todo de nosotros es posible que «el universo provea».
Sé que puedes pensar que parece muy mágico, pero está comprobado que el tener una creencia religiosa funciona muchas veces como factor protector en las situaciones difíciles.
Más allá de los hábitos…
Cuando aparecen problemas en diferentes áreas vitales como puede ser el sueño, la alimentación, la eliminación, etc, es importante que consultes al médico el cual puede profundizar en tu caso de una forma personalizada.
Sé que puedes llevar a la práctica estos hábitos.
¿Qué otros hábitos tienes tu? Quizás puedas ayudar con ellos a otras personas.